Travesía extrema

Travesía extrema

La península de Yucatán fue el escenario elegido para que un grupo de windsurfistas demostrara lo que es arriesgarlo todo en aras del deporte

El Universal
Domingo 13 de enero de 2008
Gerardo León

Para ellos, vivir en constante riesgo es todo un placer; son amantes de la velocidad, desafían a los océanos y hasta su propia resistencia física: se trata de los windsurfistas, jóvenes que disfrutan sentir el fluir de la adrenalina al máximo teniendo como escenario la naturaleza.

El windsurf es una modalidad del veleo que consiste en desplazarse sobre las olas del mar o de un lago montado en una tabla especial provista de vela.

El nombre proviene de la palabra wind, viento en inglés, y surf, el movimiento hacia arriba y abajo de la superficie del agua en el océano (en el mismo idioma), y que dio su nombre a un deporte que consiste en deslizarse sobre una tabla impulsado únicamente por el movimiento de las olas.

A diferencia de las de un velero, la vela o aparejo de una tabla de windsurf es articulada, lo que permite su libre rotación alrededor de un solo punto de unión con la tabla: el pie de mástil. Ello permite manipularla libremente en función de la dirección del viento y de la posición de la tabla con respecto a este último.

En México se llevan a cabo con frecuencia travesías colectivas en las que los participantes arriesgan su integridad física y apuestan el todo por el todo con tal de recorrer en su totalidad la ruta escogida sobre la tabla de windsurf.

Uno de estos emocionantes recorridos se llevó a cabo recientemente en la península de Yucatán.

Liderados por Alberto Villalpando, siete deportistas atravesaron 350 kilómetros del Mar Caribe, desde Cancún hasta Progreso.

“Descubrí el tremendo potencial de la fuerza de voluntad, de la mente humana y su capacidad de adaptarse a situaciones límite —incluso adversas— y cómo logra que el cuerpo le responda. Me quedo con un sentimiento de equilibrio y armonía entre mente, cuerpo y naturaleza, y estoy convencido de que debemos lograr ese mismo balance a escala macro también.

“El planeta es fácilmente destructible, seamos humanos y mantengámoslo vivo”, comenta Diego Villalobos, de 23 años, participante en esta travesía.


Travesía de 7 “windsurfistas” desde Cancún hasta Yucatán
El windsurf, que consiste en desplazarse sobre las olas del mar o de un lago montado en una tabla provista de una vela que rota alrededor del único punto de unión con la tabla, llegó a Yucatán.

Según El Universal, uno de los recorridos de windsurf se llevó a cabo a fines de octubre de 2007 en la Península de Yucatán. Liderados por Alberto Villalpando, siete “windsurfistas” atravesaron 350 kilómetros del Mar Caribe, desde Cancún hasta Progreso.

Los windsurfistas pasaron apuros para completar la travesía y el clima retrasó la llegada.

“El recorrido se realizó en un tiempo récord de cinco días. Debido a un frente frío, se presentó una baja de presión atmosférica en la península un día antes del inicio de la travesía, generando marejada y vientos de hasta 30 nudos. Con el aviso de norte y la navegación a embarcaciones menores cerrada en Progreso, todo se modificó de última hora y salieron del puerto del pueblo de Chiquilá”, narra Villalpando.