Felipe Tomassi, quien suele ir a navegar con Zapata, contó que en la tarde del miércoles, aprovechando el fuerte viento, fueron a practicar windsurf y kitesurf, al Ñandubaysal.
Tomassi explicó que en el caso del kitesurf el parapente va unos 20 o 30 metros por arriba del agua, que en las alturas el viento es más fuerte, y al estar suspendido en el aire se está más expuesto a las rachas de vientos ocasionales, de manera que, en comparación con el windsurf, el kitesurf tiene un rango menor de control.
“Nosotros no vimos bien qué fue lo que pasó” dijo Tomassi, “suponemos que Gustavo, cuando fue a levantar el barrilete (el “kite”) lo agarró una ráfaga de viento muy fuerte, que por momentos superaba los 60 kilómetros por hora, y una vez que el barrilete, o parapente, se infla es muy difícil de pararlo”.
Zapata no alcanzó a ingresar al agua, el viento lo arrastró 15 o 20 metros, según pudieron suponer sus compañeros, y frenó contra el paredón del Ñandubaysal, “aparentemente no pudo soltarlo o trató de controlarlo hasta último momento”, dijo Tomassi y detalló: “Cuando vemos que el kitesurf de Gustavo estaba enganchado en un árbol, me acerco para ayudar a desengancharlo y al llegar lo encuentro lastimado, estaba consciente pero no podía decirnos nada. En 15 minutos llegó la emergencia y se lo trasladó al hospital”. |
1 comentario:
Finalmente ha fallecido, desgraciado desenlace y otro aspecto mas a considerar sobre la peligrosidad de este deporte
http://www.maximaonline.com.ar/nota.php?inot=14150
Publicar un comentario